El cuerpo humano es extraordinariamente sabio y eficiente para ponernos a salvo de algunas situaciones.

¿Cómo es posible que podamos obsequiar sangre a quienes la requieran, sin causarnos daño?

Cuando nos acercamos a donar sangre, siempre nos hacen una evaluación, es decir, se aseguran de que nuestro estado de salud es el adecuado para poder donar 450 mL. lo que equivale más o menos el 10% de la sangre que tenemos en el cuerpo.

¿Qué nos miden? Además de algunos parámetros, (hemoglobina y/o hematocrito) la cantidad de eritrocitos (responsables de la oxigenación de nuestros órganos), la cual es la  medición fundamental para que se pueda extraer la sangre sin generarnos daño.

¿Qué pasa después de que nos introducen la aguja en las venas y la sangre fluye hacia la bolsa de colecta?

El cuerpo reacciona, y envía a la circulación eritrocitos nuevos. Durante la primera semana, después de donar, baja la concentración de hemoglobina a aproximadamente el 94% de la concentración habitual, ¿acaso esto nos hace sentir debilidad? No,para nada, de hecho no lo percibimos, ya que en condiciones habituales tenemos descensos normales de hemoglobina de hasta 98%. Para la tercera semana, posterior a la donación, los hombres ya recuperaron el 98% de su concentración de hemoglobina y las mujeres alrededor del 97%, en la sexta semana tanto hombres como mujeres ya están prácticamente al 98-99% de la concentración habitual y recuperando el ciclo de decremento y aumento habituales del cuerpo. (recordemos que los eritrocitos que ya cumplieron su ciclo de vida dentro de las venas, son retirados de la circulación y constantemente se están liberando nuevos a partir de la médula  ósea). En pocas palabras, nuestro cuerpo sano se convierte en un experto en reciclaje y gracias a esto se encuentra listo para volver a donar después de las ocho semanas cumplidas.

Hablando de un punto importante en los tiempos de donación, es importante aclarar que el hecho de que  las mujeres no puedan donar más veces al año no es discriminación, es fisiología. Las mujeres, durante su menstruación tienen una pérdida en cada ciclo, de aproximadamente 60 mL. de sangre, por lo tanto, es preferible que el máximo de donaciones no exceda tres al año.

En el contexto general, el tiempo promedio de recuperación de los niveles de hemoglobina al valor previo a la donación es de 56 días(8 semanas), sin embargo, es necesario comprobar que este nivel se ha recuperado entre una donación y otra, por lo tanto, antes de cada donación se requiere estudiar estos valores en cada persona que se presenta a donar; es práctico recordar también, que el estado general de salud debe ser el mejor, mejorar la hidratación previa a la donación, evitar el ayuno y la falta de sueño, así como ingerir siempre y dentro de la dieta habitual alimentos ricos en hierro (como las leguminosas, verduras verdes y una cantidad moderada de carnes rojas), mejorará las probabilidades de realizar donaciones constantes, por supuesto dentro de los límites de salud adecuados, no más de cuatro veces al año para los hombres y no más de tres veces al año para las mujeres, con el objetivo de que no se presente anemia, es decir, si se desea ser donante voluntario y constante, debemos también cuidar nuestra salud integral y así, al tiempo que cuidamos nuestra salud también nos preparamos para cuidar la salud de los demás.

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Bibliografía

  1. Mollison , P.J.; Engelfriet, C.P.; Marcela Contreras. Blood Transfusion in Clinical Medicine. Ninth edition. Blackwell Scientific Publications, ISBN0-632-02584-0: pp 8-9.
  2. Cortés B.A.; Roig O.J.R.; Cabezas B.A.L.; García-Castro G.M.; Urcelay U.S.:Promociión de la Donación Voluntaria de Sangre en Iberoamérica. Cap. 4. Pp34-35. Priemra Edición. Agosto 2017. Grupo Estelar Impresores. ISBN978-958-48-1957-4.